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Las rolas de Lola: "Seven Nation Army" - Zenda
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Las rolas de Lola: «Seven Nation Army»

Llega esta semana un nuevo torneo internacional de fútbol, y con él volverá esta canción, que desde su lanzamiento en 2002 ha llegado a eclipsar al «We Are The Champions» de Queen como gran tema deportivo. Lo curioso es que nada en su creación, en especial la letra, tiene que ver con los deportes. Dicho...

Llega esta semana un nuevo torneo internacional de fútbol, y con él volverá esta canción, que desde su lanzamiento en 2002 ha llegado a eclipsar al «We Are The Champions» de Queen como gran tema deportivo. Lo curioso es que nada en su creación, en especial la letra, tiene que ver con los deportes. Dicho lo cual, esos versos iniciales de «voy a luchar contra todos, ni un ejército de siete naciones podría contenerme» son perfectos para ponerse a tono antes de unos cuartos de final, cuando ya solo haya, literalmente, ocho equipos supervivientes antes de que solo pueda quedar uno. De ahí esta canción también ha saltado a todo tipo de espectáculos, como presentaciones de boxeo, desfiles, mítines políticos (se le prohibió a Donald Trump usarla), videojuegos y hasta convenciones de empresa. Es decir, que se ha llegado a convertir en una especie de aviso público de «venga, de pie, y a quitarse el muermo de encima, que comienza el espectáculo».

La canción fue compuesta por Jack White, del dúo norteamericano The White Stripes, usando su guitarra como un bajo para crear el famoso riff inicial, que junto a la minimalista batería de su exesposa Meg (la otra componente del dúo) crea una de las tonadas más tarareables de lo que va de siglo. En Italia, donde empezaron a usarla desde la fase de clasificación para el Mundial de fútbol de Alemania 2006, que luego ganaron, se la llama «la canción del po popo popopopo». Mucha gente en España solo la conoce como «la que ponen para celebrar goles», y hasta se le puso letra a la intro, cantando «somos campeones de Europa, somos campeones del mundo» tras los grandes éxitos internacionales del Real Madrid, el Barcelona y la selección española entre 2006 y 2018. No queda todo ello muy respetuoso para ser una canción que ha ganado un Grammy al mejor tema de rock del año.

La letra original es una reacción airada contra los cotilleos ajenos, sean traídos por la fama pública de una persona, sea por algún tipo de manía contra alguien diferente. Jack Gillis y Meg White se conocieron cuando estaban en el instituto en Detroit. Ella aprendió a tocar la batería cuando él empezó a juntarse con jóvenes grupos de rock locales, luego se casaron en 1996, él tomando el apellido de ella en vez de al revés, y luego lo usaron para dar nombre a su dúo. En 1999 grabaron un disco, se divorciaron y al principio eso iba a ser todo, pero ella insistió en que podían continuar tocando juntos a pesar de todo (lo mismo les pasó a Dave Stewart y Annie Lennox en Eurythmics, por ejemplo, también con gran éxito). Siguieron grabando y actuando, haciendo rock independiente y alternativo principalmente, con toques de blues, punk y garage, y siempre usando solo dos músicos, sin acompañante alguno, ni en las grabaciones ni en los conciertos. Empezaron a llegar las buenas canciones, los contratos, la fama, las entrevistas… y la polémica. La gente empezó a fijarse en que eran un tanto peculiares en su presentación pública, con una especie de fetichismo sobre el número 3 (música basada en tres cosas —voz, guitarra y batería—, uso de solo tres colores en su diseño visual —blanco, negro y rojo—, etc), y sobre todo propagando la trola de que en realidad eran hermanos, los menores de diez, y que Meg había aprendido a tocar la batería en el ático de sus padres. Al final acabaron admitiendo que todo eso era para mantener los rumores al mínimo (si decían que eran hermanos nunca les preguntarían si alguna vez se habían liado entre ellos) y focalizar la atención en su música, no en las cosas externas. Pero el tiro salió por la culata, y al revés, resultó que cada vez les preguntaban más por los colores, los treses, las mentirijillas, etc, y no tanto por sus composiciones.

Y de ahí viene esta canción. Jack la resume como le historia de un forastero que llega a un pueblo, los lugareños empiezan a murmurar de él, hasta que él se pira… y luego vuelve para evitar la soledad. Al principio Jack solo tenía el guitarreo inicial, compuesto en un hotel en Australia, y como título temporal usó lo de «Seven Nation Army», en recuerdo de que de niño confundía el nombre del Ejército de Salvación (The Salvation Army), llamándolo así. Al final el título se quedó como estaba y pasó incluso a formar parte de la combativa letra, en la que el protagonista se enfrenta a los ejércitos de cotillas que quieren arancarle la venda de la herida, mientras él lo pasa mal por las noches, dándole al fumeque, y echa miradas a la gente en plan «ni se te ocurra mentármelo» y como coja a alguien hablando de esto, «te lo voy a servir», o sea, te lo voy a hacer tragar. En la tercera estrofa se va del pueblo, se refugia anónimamente en la cosecha de la paja en Kansas, sudando a chorros, y sangrando, y dirigiendóse incluso a Dios, hasta que son sus propias manchas de sangre las que le dicen «vuelve a casa, anda».

Si se le quiere dar un toque deportivo, se la puede reimaginar como el trauma sufrido por un futbolista de élite que en medio de esos cuartos de final que su equipo debería haber superado en ruta hacia el soñado gran triunfo final comete una pifia de esas que nunca se olvidan (sobre todo ahora con YouTube) y que, harto de que se lo recuerden constantemente, decide escapar a mitad de ninguna parte (en concreto Wichita, Kansas) para que dejen de hablar de él. No era la intención oficial de la letra, pero puede colar. Al fin y al cabo, muchas de las grandes canciones de la historia son las que en algún momento de tu existencia hablan exactamente de tu vida, mutatis mutandis.

Versión original de The White Stripes

Versión de los únicos e incansables Héroes… Kansinos (aunque nunca han estado siquiera cerca de Wichita)

Versión electrotango (se los juro)

Versión reggae (really, mon)

Versión banjo años 20 (los otros 20):

Versión femme fatale en tugurio durante la Ley Seca

Versión de 2Cellos (hacen lo que dicen)

Versión techno-estadio

Y hay muchas más…

Letra y traducción

I’m gonna fight ‘em all.
A seven nation army couldn’t hold me back.
They’re gonna rip it off,
taking their time right behind my back,
and I’m talking to myself at night
because I can’t forget,
back and forth through my mind
behind a cigarette,
And the message coming from my eyes
says, «Leave it alone».

Don’t wanna hear about it.
Every single one’s got a story to tell.
Everyone knows about it,
from the Queen of England to the Hounds of Hell,
and if I catch it coming back my way
I’m gonna serve it to you,
and that ain’t what you want to hear
but that’s what I’ll do.
And the feeling coming from my bones
Says, «Find a home».

I’m going to Wichita,
far from this opera forevermore.
I’m gonna work the straw,
make the sweat drip out of every pore.
And I’m bleeding, and I’m bleeding, and I’m bleeding
right before the Lord.
All the words are gonna bleed from me,
and I will sing no more.
And the stains coming from my blood
Tell me, «Go back home».

Voy a luchar contra todos ellos.
Ni un ejército de siete naciones podría contenerme.
Van a arrancarla,
tomándose su tiempo a mis espaldas,
y yo hablo conmigo mismo por la noche
porque no puedo olvidar,
dándole vueltas a la cabeza
tras un cigarrillo,
y el mensaje que me sale de los ojos
dice: «Déjalo estar».

No quiero ni oírlo.
Todos tienen una historia que contar.
Todos lo saben,
desde la Reina de Inglaterra hasta los Sabuesos del Infierno,
y si pillo algo de esto de vuelta,
te lo voy a servir a ti [te lo voy a hacer tragar],
y eso no es lo que quieres oír,
pero es lo que haré.
Y el sentimiento que me sale de los huesos
dice: «Encuentra un hogar».

Me voy a Wichita,
lejos para siempre de esta ópera.
Voy a trabajar trillando paja,
a hacer que el sudor me gotee de cada poro.
Y estoy sangrando, y estoy sangrando, y estoy sangrando
justo delante del Señor.
Voy a sangrar todas las palabras,
y no cantaré más.
Y las manchas que salen de mi sangre
me dicen: «Vuelve a casa».

Traducción de Rogorn Moradan

En el bar de Lola, cuando ella está de humor, a veces te deja pedir una canción. Eso sí, te vas tú a la máquina, te la buscas y te la pones tú, y luego te las apañas con los aplausos o los abucheos de la concurrencia. Si algún zendadano se anima, que busque cambio en el bolsillo, pida la siguiente y nos cuente algo sobre ella.

Todas las rolas de Lola, aquí.

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