“El capitán Cummings ha traído una zarigüeya. Dash no ha parado hasta partirle todos los huesos, o eso creía yo, y solo entonces la ha soltado. La han tirado por la borda como si estuviera muerta, pero en cuanto ha tocado el agua ha empezado a nadar hacia las embarcaciones”. Episodios de este jaez, sobre todo relacionados con las aves, jalonan este diario que muestra sobre todo el tiempo en que los hombres creían que la naturaleza era infinita. Rara es la página en la que no se mate un animal, aunque en la mayor parte de los casos la matanza tiene que ver con la voluntad de su autor, John James Audubon, de encontrar así la mejor forma de retratarlos. Será así como logre establecer la mayor y más precisa taxonomía de las aves de América y descubrir, incluso, 25 especies nuevas. Audubon las mataba para poder pintarlas mejor. Pero también para conocerlas, para descubrir cómo y qué comían y hasta cómo funcionaba su sistema reproductivo.
Para lograr todo ello emprende un viaje en el otoño de 1820 a lo largo del río Misisipi, que es tanto como decir a lo largo de la frontera oeste de los incipientes Estados Unidos de América. Nos deja, por lo tanto, además, un relato de la vida en la frontera, con su miseria, su violencia contenida y, también, por qué no, sus historias de esperanza: “Observo a estas personas y considero fríamente su condición. Comparada con la mía, sin duda, a simple vista son más miserables, pero pensar así es un error, porque la pobreza y la independencia son los únicos amigos que viajarán juntos por todo este ancho mundo”.
"Leyendo sus páginas se siente uno como si accediera al cuaderno de bitácora de una exploración espacial"
Sus anotaciones permiten aproximarse a lo que debió de ser vivir allí en aquella época, en el límite de un mundo aún por descubrir y que, entonces, parecía inagotable. Leyendo sus páginas se siente uno como si accediera al cuaderno de bitácora de una exploración espacial, atravesado por la pasión y el extrañamiento, la violencia y la duda. John James Audubon demuestra una gran habilidad para captar lo esencial de su entorno en unas cuartillas dirigidas en su origen a su familia. Porque hasta cuando resulta repetitivo transmite de ese modo el tedio que también está presente, cómo no, en estos viajes. Lo es en la insistente anotación de las tareas más rutinarias. Pero también en el detalle con el que se aproxima a la descripción de las aves que se va topando en su camino. Precisión y capacidad de evocación es también, lo que se puede apreciar en las láminas, 64, que se incluyen con acierto en esta hermosa edición, porque todas ellas nos ayudan a aproximarnos a la fascinación por las aves del extraordinario John James Audubon.
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Autor: John James Audubon. Título: Diario del río Misisipi. Editorial: Nórdica Libros. Venta: Todostuslibros y Amazon
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