Artículo de Publishers Weekly en Español
Anagrama es la editorial de la que han aprendido muchas otras que hoy triunfan con coherencia en la industria del libro. A propósito de la publicación de Los papeles de Herralde (últimos de marzo) hemos dedicado nuestra portada al creador del sello que atesora en su catálogo aquellos libros que nos han hecho felices y más sabios.
Yo guardo un recuerdo nítido de la primera vez que un libro de Anagrama llegó a mis manos. Aún era un adolescente aquel otoño de 1988 cuando leí La hoguera de las vanidades y dosificaba la lectura para que el texto de Tom Wolfe no terminara. Me adhería al miedo de Sherman McCoy y me imaginaba habitando Nueva York y reverenciando cada mañana las gárgolas del edificio Chrysler. Aquel libro de cubierta amarilla, carta de color de la colección «Panorama de narrativas», aún lo tengo en mi biblioteca junto a otros cientos que he ido acumulando del mismo sello a lo largo de los años. Digo en la entrevista que páginas más adelante realizo a Jorge Herralde que los libros de Anagrama educaron cuando menos a un par de generaciones. Alumbraron a los que hoy tienen unos diez años más que yo y frisan la sesentena, y a los colegas de mi edad, aquella prole perdida que nacimos en el setenta y que cuesta ubicar en otro cajón que no sea el de la responsabilidad forzosa, la timidez, el amor tardío y la lectura a todas horas.
Herralde anda mayor, y soy de los que cree que no hay nada hermoso en la vejez. Pero en muchas de las preguntas que le formulo el editor vive aún en una juventud de esfuerzo y perseverancia. En las cartas que sostienen el libro que el ensayista Jordi Gracia ha ordenado y comentado no solo está la historia de la editorial sino la historia cultural de nuestro país. Conocí a Herralde hace veinte años en el primer encuentro de editores que la Menéndez Pelayo organizó en el palacio de La Magdalena. En otra aula de aquel encantador lugar, frente al Cantábrico, Vargas Llosa impartía una charla. El editor y el escritor se saludaron en un intermedio con el calor de los viejos amigos. Andaban por allí también Porrúa, Javier Pradera y Jaume Vallcorba, los tres ya fallecidos.
"Jorge Heralde: Las editoriales independientes estamos condenadas a la excelencia y los grandes grupos a ganar dinero"
En aquel encuentro los alumnos éramos los aspirantes a editores. Y de algún modo aquellas clases magistrales se prolongaron a la vista del catálogo que el editor fue construyendo al cabo de los años. Hubo más: sospecho que buena parte de las editoriales que hoy triunfan en nuestro país, gracias a su coherencia y sus líneas argumentales, deben parte de su éxito a las enseñanzas que Anagrama impartió a lo largo de los años en que Herralde dirigió su invento.
Hay editoriales que son escuelas, y esos sellos son los que al cabo del tiempo acaban convirtiéndose en referencias y ejemplo para másteres y tesis doctorales. Las universidades que en sus planes de estudios ofrecen enseñanzas de posgrado ligadas al mundo de la edición ponen como ejemplo a Anagrama, y entre sus materiales de estudios figuran alguna de las páginas que Herralde escribió a modo de biografía en los libros que también citamos en las páginas siguientes. Por lo pronto, alguna de las frases que el veterano editor me confió durante nuestra charla son valiosas clases de teoría. El titular es una de ellas: “Las editoriales independientes estamos condenadas a la excelencia y los grandes grupos a ganar dinero”.
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P.D. Ha fallecido Concha Quirós, la creadora y propietaria de la Librería Cervantes de Oviedo, una de las mejores casas de libros de este país. Concha fue una maestra de libreros y una de las personas más queridas en el sector por el mimo y respeto con que trató siempre a editores y libreros. Tuve el honor de conocerla y teníamos previsto entrevistarla en PW en Español. Ya no podrá ser. Pero sí seguiremos siendo admiradores y clientes fieles de la Cervantes ovetense.
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