Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
Lepisma y el despertar del dinosaurio - Quim Carro - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

Lepisma y el despertar del dinosaurio

Para adaptarse al nuevo medio, que le restringía a un máximo de 166 caracteres por mensaje, tuvo que cambiar de género literario, abandonando sus trilogías épicas por los microrrelatos: otra cosa le habría supuesto la ruina, ya que cada envío le costaba un euro y él aún no cobraba por su obra, ya que lo...

Cuando su corazón se hartó de los continuos rechazos de las editoriales fue cuando perdió la cabeza; desconfiando también de la autopublicación tradicional, Vicente decidió que su obra llegaría a los lectores a través de la tecnología más en boga durante aquel año 1999: el SMS.

Para adaptarse al nuevo medio, que le restringía a un máximo de 166 caracteres por mensaje, tuvo que cambiar de género literario, abandonando sus trilogías épicas por los microrrelatos: otra cosa le habría supuesto la ruina, ya que cada envío le costaba un euro y él aún no cobraba por su obra, ya que lo que pretendía era darla a conocer. Por otro lado, el lector difícilmente le habría pagado por sus cuentos, ya que se trataba de un receptor involuntario; Vicente enviaba sus microrrelatos a teléfonos al azar, como quien manda un mensaje en una botella, confiando en que alguno de ellos llegaría al terminal de un cazatalentos literario, que le contestaría con una respuesta esperanzadora, y no con una de esas a las que ya se estaba acostumbrando a recibir, tipo:

Kien eres tu ijoputa como as conseguío mi nº  y porque menvias sta mierda a las 3 d la madrugada. 

Julia, eres tu? 🙂 Te has cambiado de numero? Savia q volberias a escribirme 🙂 tq podemos de quedar a tomar un café tq no lo volveré a hacer porque tq Julia tq. 

Disculpe, témome que ha errado usted en el destinatario de su envío por lo que pongo ello en su conocimiento. Atte: su interlocutora. 

Que se sepa, ninguno de los breves cuentos llegó nunca a nadie mínimamente relacionado con el mundo editorial, pero este microrrelato cambiaría drásticamente el rumbo de su vida:

Se quedó en coma, 

y punto.

Porque casualmente lo recibió Secundino Villares del Pino, magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, el cual por desgracia tenía una hija en estado vegetativo. El juez no se creyó ni por un instante que aquello hubiera sido una trágica coincidencia, sino una mofa cruel por parte de un desconocido, sobre el cual ahora había decidido aplicar toda su autoridad, y vaya si lo hizo: Vicente fue condenado a 25 años de internamiento psiquiátrico en el centro más duro que Secundino pudo encontrar. Y fue allí donde años después lo conocí; no sólo no había abandonado sus viejos hábitos, sino que los había perfeccionado: ya no enviaba SMS, sino WhatsApp, ya no mandaba sus textos a cualquier hora, sino solo al despertar y al irse a dormir, y tras hacer un cursillo de diseño gráfico de tres horas acompañaba sus escritos de imágenes, estáticas o no.

—Joder, Vicente, eres un genio… del mal.

Así que ya sabéis: cuando recibáis uno de esos mensajes que rezan cosas como Buenos días y bendiciones, amigos o No quería irme a la cama sin desearte buenas noches, adornados con imágenes de gatitos, corazones, delfines, hadas, flores, chihuahuas bailando bajo el arcoíris o ranitas tocando el laúd bajo un cielo estrellado de purpurina, todo ello mezclado sin orden ni concierto, pensad en su autor; y que os lo envía con todo su cariño y ambición desde el módulo de alta seguridad del psiquiátrico de Carfax.

4.9/5 (12 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)

Quim Carro

Quim Carro (Tarragona, 1973), autor de Divitos y coleando, es licenciado en Historia y un apasionado de la creación de relatos, ya sea en viñetas de cómic o en páginas manuscritas. @QuimCarro

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]