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Las rolas de Lola: "The Ballad of Lucy Jordan" - Zenda
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Las rolas de Lola: «The Ballad of Lucy Jordan»

En el bar de Lola, cuando ella está de humor, a veces te deja pedir una canción. Eso sí, te vas tú a la máquina, te la buscas y te la pones tú, y luego te las apañas con los aplausos o los abucheos de la concurrencia. Si algún zendadano se anima, que busque cambio...

En el bar de Lola, cuando ella está de humor, a veces te deja pedir una canción. Eso sí, te vas tú a la máquina, te la buscas y te la pones tú, y luego te las apañas con los aplausos o los abucheos de la concurrencia. Si algún zendadano se anima, que busque cambio en el bolsillo, pida la siguiente y nos cuente algo sobre ella.

Esta semana hablamos en Zenda de Thelma y Louise, y uno de los detalles que se mencionó es que las letras de varias de sus canciones apoyan artísticamente muchas de las situaciones que van ocurriendo durante la trama. Una de las más significativas es esta «balada de Lucy Jordan», que ilustra la desesperación urbana de una mujer que va camino de los 40 y acaba enloqueciendo debido a la mediocridad de su vida. La versión más conocida de esta canción es la que grabó la cantante inglesa Marianne Faithfull en 1979, y que ha sido utilizada como parte de la banda sonora de al menos otras tres películas o episodios de series. El tema ha sido versionado al menos una docena de veces (entre otros, por Belinda Carlisle), pero el autor original es Shel Silverstein, un escritor, dibujante y músico de Chicago famoso sobre todo por sus relatos infantiles ilustrados y sus viñetas para la revista Playboy. La música que compuso, siempre para otros intérpretes, iba de lo humorístico y paródico a lo triste, a veces dentro de la misma composición, y entre los artistas que cantaron sus letras, muchos ellos músicos de country, estuvieron Johnny Cash, Kris Kristofferson, Emmylou Harris y el grupo que primero grabó, en 1974, el tema que hoy nos ocupa, Doctor Hook And The Medicine Show.

Esta canción recopila en tres o cuatro minutos varios de los toques personales del autor: un relato corto y definido, una vuelta de tuerca final, humor negro (Silverstein sirvió en la guerra de Corea) y un tema central, en este caso la desesperación cotidiana, sobre todo a medida que pasan los años, con el que mucha gente se puede identificar. La mujer de la canción, Lucy, que vive en un «suburbio» (en inglés significa «zona residencial acomodada», al contrario que en español, donde «suburbio» a menudo tiene una connotación negativa), y un día se acaba subiendo a un tejado, del que la bajan para llevársela en un «largo coche blanco» (una ambulancia), mientras ella continúa soñando con conducir por París en un descapotable, incluso pensando al final de la historia que ese sueño se ha hecho realidad. En Thelma y Louise, especialmente con el detalle del coche, sirve para describir el estado mental de las protagonistas, que solo buscaban divertirse un fin de semana, escapando de sus decepcionantes vidas, y tras un intento de violación y una muerte se ven obligadas a tomar decisiones radicales sobre sus vidas.

Esta es la versión original de Doctor Hook, y este es el vídeo oficial de la versión de Marianne Faithfull, bastante soso, por otra parte. Esta es la misma versión, ilustrada con imágenes de la película Thelma y Louise.

Letra y traducción:

The morning sun touched lightly
on the eyes of Lucy Jordan,
in a white suburban bedroom,
in a white suburban town,
as she lay there ‘neath the covers,
dreaming of a thousand lovers
‘till the world turned to orange
and the room went spinning round.

At the age of thirty-seven
she realised she’d never ride
through Paris in a sports car
with the warm wind in her hair,
so she let the phone keep ringing
and she sat there, softly singing
little nursery rhymes she’d memorised
in her daddy’s easy chair.

Her husband, he’s off to work,
and the kids are off to school,
and there are oh, so many ways
for her to spend the day:
she could clean the house for hours
or rearrange the flowers
or run naked through the shady street
screaming all the way.

At the age of thirty-seven
she realised she’d never ride
through Paris in a sports car
with the warm wind in her hair,
so she let the phone keep ringing
and she sat there softly singing
little nursery rhymes she’d memorised
in her daddy’s easy chair.

The evening sun touched gently on
the eyes of Lucy Jordan,
on the roof top where she climbed
when all the laughter grew too loud,
and she bowed and curtsied to the man
who reached and offered her his hand,
and he led her down to the long white car
that waited past the crowd.

At the age of thirty-seven
she knew she’d found her heaven,
as she rode along through Paris
with the warm wind in her hair.

El sol de la mañana tocaba ligeramente
los ojos de Lucy Jordan,
en un blanco dormitorio suburbano,
en un blanco pueblo suburbano,
mientras estaba tumbada bajo las mantas,
soñando con mil amantes,
hasta que el mundo se volvió anaranjado
y el dormitorio empezó a dar vueltas.

A la edad de treinta y siete
se dio cuenta de que nunca montaría
por París en un descapotable
con el cabello al cálido viento,
así que dejó que el teléfono siguiera sonando
y se quedó ahí sentada, cantando en voz baja
cancioncitas de cuna que había memorizado
en el sillón de su padre.

Su marido se ha ido al trabajo
y los niños se han ido al colegio,
y hay, oh, tantas maneras
para ella de pasar el día…
Podría limpiar la casa durante horas.
o recolocar las flores.
o correr desnuda por la calle en sombra
gritando todo el camino.

A la edad de treinta y siete
se dio cuenta de que nunca montaría
por París en un descapotable
con el cabello al cálido viento,
así que dejó que el teléfono siguiera sonando
y se quedó sentada ahí, cantando en voz baja
cancioncitas de cuna que había memorizado
en el sillón de su padre.

El sol de la tarde tocaba ligeramente
los ojos de Lucy Jordan
en el tejado al que se había subido
cuando todas aquellas risas sonaban demasiado fuertes,
y saludó con una reverencia al hombre
que le ofeció su mano,
y él la condujo al largo coche blanco
que esperaba detrás del gentío.

A la edad de treinta y siete
supo que había encontrado su cielo,
mientras montaba en coche por París
con el cabello al cálido viento.

Traducción de Rogorn Moradan

Todas las rolas de Lola, aquí.

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