Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
5 poemas de Gabriela Mistral - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

5 poemas de Gabriela Mistral

Fue una de las principales figuras de la poesía chilena. En 1945 consiguió el Premio Nobel de Literatura. Fue el primero para las letras latinoamaericanas. A continuación, 5 poemas de Gabriela Mistral. Riqueza Tengo la dicha fiel y la dicha perdida: la una como rosa, la otra como espina. De lo que me robaron no...

Fue una de las principales figuras de la poesía chilena. En 1945 consiguió el Premio Nobel de Literatura. Fue el primero para las letras latinoamaericanas. A continuación, 5 poemas de Gabriela Mistral.

Riqueza

Tengo la dicha fiel
y la dicha perdida:
la una como rosa,
la otra como espina.
De lo que me robaron
no fui desposeída:
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida,
y estoy rica de púrpura
y de melancolía.
¡Ay, qué amante es la rosa
y qué amada la espina!
Como el doble contorno
de dos frutas mellizas,
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida….

El amor que calla

Si yo te odiara, mi odio te daría
en las palabras, rotundo y seguro;
¡pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres tan oscuro!

Tú lo quisieras vuelto un alarido,
y viene de tan hondo que ha deshecho
su quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.

Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que entrar en la muerte!

Amor, amor

Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡lo tendrás que escuchar!

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de amar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!

Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!

Te echa venda de lino; tú la venda toleras;
te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!

[ttt_showpost id=»41789″][/ttt_showpost]

Besos

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos… vibró un beso,
y qué viste después…? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Apegado a mí

Velloncito de mi carne
que en mis entrañas tejí,
velloncito tembloroso,
¡duérmete apegado a mí!

La perdiz duerme en el trigo
escuchándola latir.
No te turbes por aliento,
¡duérmete apegado a mí!

Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo hasta al dormir.
No resbales de mi pecho,
¡duérmete apegado a mí!

[ttt_showpost id=»32530″][/ttt_showpost]

Poesía en Zenda
[ttt_autores]

Alejandra PizarnikAllen GinsbergÁngel GonzálezAnna AjmátovaAntonio MachadoBaudelaireBertolt BrechtBlas de OteroBorgesDámaso AlonsoDylan ThomasEmily DickinsonEzra PoundFederico García LorcaFernando PessoaFray Luis de LeónGabriel CelayaGabriel García MárquezGerardo DiegoGiacomo LeopardiGil de BiedmaGóngoraHermann HesseIda VitaleJohn KeatsJorge GuillénJosé Ángel Valente· José HierroJosé MartíJosé SaramagoJuan GelmanJuan Ramón JiménezLeón FelipeLeopoldo María PaneroLord ByronLuis CernudaLuis García MonteroManuel MachadoManuel VilasMario BenedettiMiguel HernándezNicanor ParraOctavio PazPablo NerudaPaul VerlainePedro SalinasPiedad BonnetPasoliniPoemas de amorPushkinQuevedoRafael AlbertiRainer Maria RilkeRimbaudRoberto BolañoRosalía de CastroRubén DaríoRudyard KiplingSanta Teresa de JesúsSilvina OcampoSylvia PlathT.S. EliotVicente AleixandreVicente HuidobroWalt WhitmanWilliam BlakeWisława Szymborska
[/ttt_autores]

Gabriela Mistral fue premio Nobel de Literatura en 1945. Su verdadero nombre es Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía de Chile con «Sonetos de la muerte».

En 1922 se trasladó a México para colaborar en los planes de reforma educativos de José Vasconcelos, político, pensador y escritor mexicano. Durante la década de los 30, dio clases en Estados Unido. En 1933 fue nombrada cónsul de Chile en Madrid.

El 10 de diciembre de 1945 fue premidada con el Nobel de Literatura. En 1953 fue nombrada cónsul en Nueva York y también delegada de la Asamblea General de Naciones Unidas. Su obra está traducida a más de 20 idiomas.

4.3/5 (81 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)

Laura di Verso

Leo poesía, con o sin rima. Y me gusta que me cuenten cuentos. Frecuento las redes, poco, desde marzo de 2020, como @lauradiverso.

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]