Issa Aguilar Jara es una periodista y escritora nacida en Cuenca, Ecuador, en 1988. Ha escrito los libros de poemas Con M de Mote se escribe Mojigata (La Caída, 2018) y Poliamor Town (Ganador de la convocatoria de publicaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Azuay, 2020). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade, 2022. Su trabajo periodístico aparece en varios proyectos y medios de comunicación ecuatorianos. Su trabajo literario ha sido publicado en antologías nacionales e internacionales, además de compartido en varios encuentros y festivales.
***
Te debía una, Houellebecq
Es buen escritor, lástima lo bestia.
Lector color helado de chicle – Diálogo políticamente correcto
descubrir que el amor
nace de nuestras contradicciones
o de la obsesión por la luz
que no alcanza a penetrarnos.
un golpe de serotonina y tú:
un croissant rancio que se suicida en libros porno.
yo:
una cabrita coja que habla de ella en diminutivo
para no encontrar la quinta pata del gato
y encerrarlo,
tampoco abrir la caja de Schrödinger
porque no me gustan los gatos
pero dicen que se debe hablar de ellos
que eso hacen los artistas reales.
usaría las yemas de mis pulgares e índices para ahorcar al europeo más feo del mundo. él me abrazaría para calmar mi tembladera, bajaría los dedos que me apuntan, me revolcaría en el lodo con un preciosísimo vestido de ego, reconocería mis sombras a través de su sombra, sumaría las monedas para llevármelo a casa.
descubrir cómo los libros nos amamantan, vernos humanos mientras lactamos.
***
La pista
¡Que viva la poeta de la familia!
Familia color beige foráneo – Navidad
nunca aprendí a bailar
lo que no quiere decir
que hubo dos pies izquierdos
destinados al fracaso,
fue más bien el deseo
de imaginar la pista
como un valle plateado
con grillos que se quiebran al ritmo del pop
mariquitas que se despegan del punto cruz
delfines cuya fortaleza es el bellydance,
cabras
elefantes
murciélagos,
ser un centinela
que desde la esquina
mira de lejos a sus vacas sagradas,
las veo desentenderse del poema
como esperando que me exima de él
aunque en la pausa de la cena brindan:
«¡por la poeta!»
oír la pista de una familia que no me conoce, pero me acepta,
abrazar mi sangre desde esta muestra tan clara de amor.
***
Sogni
Buenos días, reinita.
Vecino color amarillo bilis – Garaje de un edificio
mata a tus vecinos
mátalos por ese vómito
que ha explotado en tus oídos
con su música insufrible,
mátalos
porque todo arte abstracto
debe convertirse en sesos
y con su sangre podrías
ser la diosa del arte abstracto.
mátalos.
abre luego una lata de sardinas
usa un cuchillo y piensa
que son ellos los cadáveres de cartílago enclenque
flotando en el espeso mar de tomate.
mata a tus vecinos
porque no dejaron espacio en la canastilla
y tu basura ha sido triturada por perros deformes,
tu toallita sanitaria es ahora el hazmerreír
de los otros vecinos que se escandalizan con tu sangre,
pero no
con el pañal de uno de sus engendros
que ha quedado inmortalizado en la vereda.
mata a los vecinos que gimen
más fuerte que tu garganta,
a los que tienen hambre
y duermen temprano
para no sentir hambre.
a los que no te piden azúcar
porque tu cara de balazo
los desborda… los ahuyenta…
mata a tus vecinos antes de que
llegue Navidad y los perdones,
mátalos porque de no hacerlo
tendrán hijos que serán vecinos de tus hijos
se casarán con ellos y tus nietos
heredarán la pestilencia de los muertos.
mata, mata, mata a tus vecinos
porque si no los matas
ellos acabarán contigo primero.
bajo al primer piso. soy sigilo. mis pies son agujas conectadas al umbilical perdido, criminal. puedo escuchar mi taquicardia.
***
Pan
Y mi dolor se vuelve pan.
Hugo Idrovo
Son días inspiradores:
mi padre nos ha olvidado otra vez.
Yo sostengo la mano de mi madre
le devuelvo el amor
de cuando templaba mis ojos
con una cola de caballo y un elástico que me apretaba las entrañas.
A mí también me han abandonado, le confieso
sin que los labios se abran.
Nuestras mejillas se rozan
y las lágrimas se encuentran
como la vez que fuimos una en el vientre.
Puerperio, abrigo, nacimiento.
Ella sonríe
abraza mis pulgares con sus manos pequeñas
me alejo.
Le digo que el desayuno espera
que venga pronto
porque el pan sigue caliente.
***
Y solo queda rendirse
Poesía
Puerto
Pacto
Quiero
robar
sorbos
tuyos
untados en tus
vísceras mojadas en un cabito de
whisky y películas
XXX que nos dejen
yacer en la
zozobra del amor.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: