Rodolfo del Hoyo es un escritor nacido en Barcelona en 1953, aunque siempre ha vivido en Santa Coloma de Gramenet. Entre otros libros, ha publicado: en narrativa, Els amors furtius, Llegir al metro (Premi Recull de narració Joaquim Ruyra) y La darrera carta de Manuel Morón; y, en poesía, De miradas imprecisas, Asuntos interiores, Els dits de l’intèrpret, El caminant a la deriva, Reconstruccions y Pel camí dels àlbers (fotografías de Miriam G Troncho, Pont del petroli, Badalona, 2021), al que pertenecen estos textos. Su poesía ha sido traducida al italiano, rumano, armenio, inglés y español. En su obra ocupan un lugar fundamental sus libros para niños y jóvenes. Presentamos una selección de sus monósticos, traducidos por Carlos Vitale.
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Yo soy el espacio que me rodea.
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Soy de un espacio sin volumen.
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Vengo de la mirada dormida donde la sombra de la presencia me llena de tiempo.
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Soy materia conmovida yo, que era instante.
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Contra el muro, la sombra y yo, que araño el muro.
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La sombra es un vacío. Me adentro en el silencio.
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Puedes llegar sin ir.
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Nostalgia de lo que no fue, pero es.
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Mis ojos son el ciclorama de la ciudad.
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Somos tiempo y todo lo que pasa por el tiempo se transforma.
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El alma y el enigma se besan.
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No hay luz que quite las tinieblas del lamento.
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El vacío abre puertas y ventanas en las paredes. Lo inexistente es útil.
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Y del dolor de la piedra nace el espectro del tiempo pasado.
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De mis límites nace el deseo.
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Siento deseo, me siento incompleto.
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Me conmueve el deseo de la quietud.
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Ya no siento deseo, la quietud me transforma.
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Soy el secreto de mi ser.
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En soledad y en silencio intento descifrar el enigma.
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Estoy dentro del juego de las desapariciones.
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