Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
2 poemas de Las sílabas y el cuerpo, de Reiniel Pérez Ventura - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

2 poemas de Las sílabas y el cuerpo, de Reiniel Pérez Ventura

El poeta cubano Reiniel Pérez Ventura se alzó con el XXXV Premio Loewe con un libro, Las sílabas y el cuerpo, que se mueve entre dos obsesiones del autor: la escritura y el erotismo. Como dice su colega Sergio García Zamora: “A Reiniel Pérez Ventura la palabra y la mujer lo inspiran por igual; con...

El poeta cubano Reiniel Pérez Ventura se alzó con el XXXV Premio Loewe con un libro, Las sílabas y el cuerpo, que se mueve entre dos obsesiones del autor: la escritura y el erotismo. Como dice su colega Sergio García Zamora: “A Reiniel Pérez Ventura la palabra y la mujer lo inspiran por igual; con él las sílabas y el cuerpo se vuelven lo mismo”.

En Zenda ofrecemos dos poemas de Las sílabas y el cuerpo (Visor), de Reiniel Pérez Ventura.

***

II

Ojo cerrado de la realidad;

ojo parpadeante del hombre;

en el centro tu cuerpo, mujer,

le entrega el mundo al mundo.

Cojo un fruto y lo paso por tu cuerpo

para encontrarte la boca;

veo cómo seleccionas la semilla

y plantas un árbol en mi alma.

Te tengo para hablar con aquello

que no he logrado despertar,

te tengo para callar y dictar pasos y sombras,

para encender el cuerpo que vaga solo por el lenguaje.

¿No sientes al viento batir

las hojas del árbol

que sigue en mi sangre?

Tú vives reunida en el polvo, todos te sepultan,

pero yo te hago sílaba en mis manos

y te pongo en la herida como una venda.

Otros prefieren vivir sin un signo,

sin un adentrarse del cuerpo en el cuerpo.

Ellos están en el techo de las cosas,

en la intemperie del mundo,

sobre la alegría de lo clausurado.

Pero tú me abres el hogar de los hallazgos,

me invitas a descubrirme.

Porque tantas cosas no pueden existir para quedar mudas,

porque yo voy pasando mi mano sobre tu agua petrificada

para elevar el día sobre la carne

y encontrarte debajo del polvo,

abierta hacia todas las manos.

Ojo abierto de la realidad;

ojo parpadeante del hombre.

Y en el centro estás tú,

dormida y enemiga de ti misma.

Y en el centro de mi corazón estás tú,

esperándome muda para hacerte.

***

VI

Yo me vestí con la sangre y dejé las venas desnudas.

Yo te llamé orilla y venían todas las cosas

como olas cabizbajas a vestirte.

Hay espacios en el hombre

donde solo se siente el ruido del corazón

como una carreta que carga con la vida.

Yo me hundo en las cosas y te encuentro,

yo salgo de la orilla con un ave en los ojos

y a veces fustigo las olas para que sean la cama

donde te engendras distinta cada día.

Eres la orilla a la que va a dar el naufragio del mundo

y mi sangre escapa llena de hijos

hacia la demorada calma de tu cuerpo.

 

Ven a desnudarme, mujer,

sé la marea que descubre

todos los ahogados que llevo en la ropa.

Hagamos una isla en el mediodía de nuestros cuerpos.

Hablemos despacio para que las olas sean nuestras lenguas.

Yo me ato a la marea, yo sigo una dirección hacia ti

y llegando soy apenas tu sombra

y tu vegetación destrozada.

Yo me quedo desnudo en la superficie de todas las cosas

esperando por destrozarme contra algo.

Yo me visto con la sangre y salgo de un desfile de

difuntos,

de un oleaje indefinido.

Yo me quedo desnudo

con la humanidad que avanza hacia ti,

me quedo detenido en el centro

donde nada es mi comienzo y nunca acabo.

Hacia ti me destruyo y me voy entregando.

Mujer, orilla, llama mojada a la puerta del deseo.

Orilla, acantilado siempre entre lo otro y lo incierto.

Ven, mujer, acércate,

ven con tu orilla y mis manos como olas sobre tu orilla;

ven, mujer, te espero,

orilla en vilo bajo el agua de tu cuerpo;

ven, lentamente ven.

Todo permanecerá desnudo en mi corazón

para que tú lo vistas con tu nombre.

—————————————

Autor: Reiniel Pérez Ventura. Título: Las sílabas y el cuerpo. Editorial: Visor. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

BIO

Reiniel Pérez Ventura (Santa Clara, Cuba, 1999) es poeta y estudiante de Lengua Inglesa y Francesa en la Universidad Central «Marta Abreu» de las Villas. En 2022, su obra Elegías del inocente y el maldito recibió el Premio Extraordinario de Poesía Centenario de Carilda Oliver Labra. Las sílabas y el cuerpo, ganador del XXXV Premio Loewe, es su primer libro publicado.

3/5 (23 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)

Laura di Verso

Leo poesía, con o sin rima. Y me gusta que me cuenten cuentos. Frecuento las redes, poco, desde marzo de 2020, como @lauradiverso.

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]